Guatemala ha estado experimentando los efectos de la pandemia desde el 15 de marzo, el día en que el gobierno cerró el transporte público e inició fuertes restricciones, causando que muchos pierdan sus empleos.

Muchos, que ya luchaban por vivir día a día, ahora están completamente sin alimentos y otras necesidades.

Las consecuencias de esta pandemia han abierto nuevas vías imprevistas para el ministerio. La prohibición de viajar entre departamentos realmente ha reducido nuestro enfoque y sinceramente creemos que esto es una bendición. El Señor nos ha llevado a algunas pequeñas comunidades dentro de nuestro propio departamento que están desatendidas por el gobierno y no tienen iglesias evangélicas. Hemos estado empacando bolsas de comida y entrando en estas comunidades, orando con la gente y compartiendo el evangelio en el camino. Cada bolsa que damos es una oportunidad para servir a la comunidad, compartir el evangelio y construir relaciones. Nos estamos enfocando en cuatro comunidades en nuestro departamento, Sacatepéquez, y una comunidad en el departamento de Chimaltenango. Las comunidades en Sacatepéquez son Chituc, San Bartolomé Milpas Altas, Cuatro Caminos y San Antonio Santo Domingo Xenacoj; y en Chimaltenango se encuentra la comunidad de Cojobal.